La noche del martes 8 de septiembre, en el cementerio militar de Tallin, la capital de Estonia, y también en el cementerio Siselinna, fueron profanadas las lápidas y estatuas en las tumbas de los soldados soviéticos que liberaron Estonia de la ocupación nazi. Informa al respecto Interfax citando al servicio de prensa de la fiscalía del distrito norte.
El alcance de las acciones de los vándalos aún se está determinando, pero desde la fiscalía han informado que diversas estatuas y lápidas han sido puestas del revés. Interfax, citando a testigos, informa de que decenas de tumbas han sufrido estos actos de vandalismo.
La policía ha iniciado un proceso criminal según el artículo del ordenamiento legal sobre la profanación de memoriales de fallecidos. Este artículo contempla una pena mínima en forma de multa, y una máxima de cinco años de privación de libertad.
El portal russkie.org recuerda que el 10 de agosto en el cementerio militar fue profanado el monumento a los soldados que liberaron Tallin de los nazis, también conocido como “El soldado de bronce”. Los vándalos dibujaron con pintura negra un muro situado tras la escultura, y en ella escribieron las palabras “Heil Hitler” y dibujaron esvásticas.
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