Estados Unidos e Italia han mostrado su oposición a que Rusia preste asistencia humanitaria voluntaria a Donbas sin que antes haya sido confirmada por las autoridades de Kiev. Esta posición de los dos países fue expresada en la conversación telefónica que el pasado lunes mantuvieron el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro italiano, Matteo Renzi.
"Cualquiera intervención de ayuda a Ucrania por motivos "humanitarios" debe ser administrada sólo con la aprobación del Gobierno de Ucrania, según han acordado el Presidente [de EEUU, Barack Obama, y el Primer Ministro [de Itala, Matteo, Renzi]", consta el informe.
Las dos partes destacaron los esfuerzos del Gobierno de Ucrania enfocados a la entrega de la ayuda humanitaria a través del Comité Internacional de la Cruz Roja y "otras organizaciones internacionales autorizadas."
Obama y Renzi se pusieron de acuerdo en que, de no cumplir con requisitos establecidos internacionalmente, las acciones llevadas a cabo desde Moscú serían "inaceptables". En su opinión, operaciones similares violarían el derecho internacional y darán lugar a sanciones adicionales a las que ya tiene Rusia.
El lunes, Rusia ofreció enviar un convoy de ayuda humanitaria a Ucrania. Según el secretario de prensa del presidente de Rusia, Dmitry Peskov, la columna irá hacia el sur-este de Ucrania en los próximos días y será operada solamente por el EMERCOM de Rusia sin intervención militar alguna.
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, dijo que no tenía nada en contra de una misión humanitaria a Lugansk en el caso que sea internacional.
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