A la vista del deterioro de las relaciones con Occidente y la mayor amenaza de aislamiento desde el colapso de la URSS, Rusia debe seguir siendo un destino atractivo para los profesionales altamente cualificados de todo el mundo. Estas personas pueden ser los mejores amigos de Rusia en el mundo. Sobre todo cuando la amistad con Rusia se está convirtiendo en peligrosa para el negocio y el poder político. Y a veces de por vida.
El Banco internacional HSBC Global, con oficinas en Rusia, emitió una nueva lista de los mejores países para los expatriados. Rusia en este ranking estaba en el puesto 17. En la elaboración de la lista se tienen en cuenta, en particular, el nivel de los salarios en el extranjero, la calidad de vida y la capacidad de criar a sus hijos en el país de acogida.
Los expertos entrevistaron a más de 9.000 personas expatriadas procedentes de más de 100 países. En primer lugar, al igual que el año pasado, se situó Suiza. En segundo lugar Singapur, en la tercera se situó China. En cuarta posición fue Alemania, el quinto fue Bahréin. Seguido por Nueva Zelanda, Tailandia, Taiwán, India y Hong Kong.
Rusia rara vez ocupa un lugar destacado en todos los rankings internacionales, en relación directa con la calidad de vida. Aún más raramente, no obstante es que el país se situé en una posición más alta que la de Japón, Reino Unido, EE.UU., que son las principales potencias económicas del mundo.
Así, en este caso, nuestra posición alta es comprensible. Rusia es (o al menos hasta hace poco lo era) un destino realmente atractivo para los especialistas del segmento premium de migración laboral, debido principalmente a que perciben mayores salarios que en su casa.
Por supuesto, esto se aplica principalmente a los altos directivos de las mayores empresas de propiedad estatal y los bancos, la industria del automóvil, así como los atletas y entrenadores, sobre todo en los deportes de equipo. No es casualidad que Rusia haya podido atreat a algunas de las estrellas mundiales del deporte como por ejemplo Fabio Capello, quien encabeza el equipo de fútbol nacional de Rusia con resultados hasta la fecha más bien modestos; el legendario entrenador de hockey canadiense Mike Keenan, quien ganó con Metallurg Magnitogorsk en su primera temporada en la Copa Gagarin, o Dave King, quien fue capaz de regenerar al Lokomotiv Yaroslav después del terrible accidente aéreo que acabó con todos los integrantes del equipo en septiembre de 2011.
En este caso, todos ellos de alguna manera se convierten en embajadores de Rusia en el mundo.
La calidad de vida en Rusia, contada al mundo por aquellos que han vivido en ella, és más buena de lo que uno puede pensar. Cierto es que hay elementos como la corrupción y el gangsterismo, la "mafia", "el poder absoluto de la KGB", "el alcoholismo rampante o los "osos en las calles," pero hay una oportunidad para una realización profesional plena.
Sin embargo, en términos de sanciones y un enfriamiento general en las relaciones entre Rusia y Occidente, los altos directivos extranjeros de las grandes empresas y los bancos estatales son cada vez más proclives a transferir sus poderes a los colegas rusos. Pero episodios como la trágica muerte en un accidente aéreo del Presidente de la petrolera francesa "Total", Christophe de Margerie, o la falta de pago de los salarios durante cinco meses a Fabio Capello podría hacer empeorar la imagen de Rusia en el mundo. En mayo de este año, en el foro de CEOs celebrado en San Petersburgo, el jefe de Deloitte David Owen se quejó de la legislación migratoria de la Federación de Rusia, lo que obliga a veces a perder profesionales altamente cualificados. En este sentido, puso como ejemplo al especialista expulsado por violaciones de tráfico repetidos.
Por supuesto, es revelador que entre los amigos de Rusia destaquen personajes públicos como Gerard Depardieu (la razón principal para la obtención de la ciudadanía rusa fue su oposición a pagara impuestos para las rentas de m-as un millón de euros anuales, medida que ha sido impulsada por el primer ministro francés Francois Hollande). Otros personajes públicos que se han acercado a Rusia son Steven Seagal o Mickey Rourke, que han destacado por sus ideas conservadoras, y no dar muestras de una alta espiritualidad. Rusia y Putin como su personificación (la misma que mostró Mickey Rourke durante una reciente visita a Moscú en la que con gusto posó con una camiseta con la imagen del presidente de Rusia) no es capaz de atraer el talento que sí puede absorber Occidente.
Como resultado, parece que a Rusia van ídolos maduros desde el lejano pasado que no quieren vivir en un mundo que cambia rápidamente. El joven programador estadounidense de la CIA Edward Snowden es más bien una excepción a la regla.
En paralelo hay un proceso diferente: el país siguen dejando sólo un joven y prometedor, los que van a determinar el destino del mundo en tecnología y ciencia de la mañana. Por lo tanto, por un lado, Rusia debe atraer a especialistas cualificados extranjeros al tiempo que no debe olvidarse de sus propios talentos y genio.
Y no sólo en el total de "sustitución de importaciones", y sólo porque una vida decente en el país es necesaria la creación de todos los que están dispuestos a trabajar duro y bien.
Por otro lado, Rusia todavía necesita claramente los VIP de trabajo. Y no sólo en los atletas o los altos ejecutivos de las compañías petroleras, algo normal en cualquier país en el que hay una gran cantidad de dinero, sino en jóvenes que destacan en el campo académico.
En este sentido, el ejemplo nos lleva en el tercer lugar en el ranking de HSBC Bank de China, Shanghai ha transformado en tan sólo siete años en uno de los centros de investigación más importantes del mundo que antes no existía. Ahora hay estudiosos muy pendientes de todo el mundo.
Los expatriados son capaces de crear una imagen positiva de Rusia de una manera inconmensurablemente mayor que el trabajo de una agencia de relaciones públicas o medios de divulgación. Sobre todo en el entorno actual, cuando el objetivo razona nuestro país cada vez más difícil convencer a la comunidad internacional que es la antorcha de la paz y el progreso.
Por lo tanto, a pesar del deterioro de las relaciones con Occidente a un estado latente de la "guerra fría", con todos los costos de la guerra de las sanciones, es importante seguir utilizando el "cerebro" para el desarrollo del país, para decirlo con las mejores prácticas de los profesionales de clase mundial.
Rusia debería seguir participando en los proyectos científicos y culturales internacionales a nivel mundial, y no a encerrarse en sí misma. No para detener la actividad inmobiliaria y no a expulsarlos de manera fraudulenta. Y sobre todo no perderlos en un accidente aéreo.
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