La noche al 18 de junio llegó al aeropuerto Domodedovo de Moscú un vuelo especial del Ministerio de Situaciones de Emergencia con 97 fugitivos de la ciudad kirguís de Osh, casi completamente destruida tras los enfrentamientos étnicos, informa RIA Novosti. Los pasajeros son ciudadanos de Rusia y de Kirguistán. Entre ellos figuran muchos niños.
En el aeropuerto fueron al encuentro de los pasajeros médicos y personal del MSE, aunque no había heridos entre los recién llegados. Les distribuyeron por estaciones desde las cuales se podían dirigir al encuentro de sus parientes.
Según los pasajeros, el vuelo desde Kirguistán fue pospuesto varias veces debido a la ineficacia del consulado de la Federación Rusa en Kirguistán. Además, según testigos presenciales que se encontraban entre los pasajeros, la situación en Osh continúa siendo peligrosa, aunque los rusos no corren ningún riesgo.
Anteriormente se ha informado de que la parte rusa ha sacado del territorio del conflicto a cerca de 190 ciudadanos de la Federación Rusa. De ellos, seis fueron heridos durante los disturbios en Osh. Además, el 16 de junio, por un decreto del presidente de la Federación Rusa, Dmitri Medvédev, fueron enviados a Biskek tres aviones de transporte Il-76 del MSE de Rusia con 130 toneladas de carga humanitaria.
Los enfrentamientos étnicos entre kirguises y uzbekos en el sur de Kirguistán comenzaron el 11 de junio. En varios días de disturbios, según información oficial, fallecieron cerca de 200 personas. Fuentes no oficiales informan sobre un número mucho mayor de muertos. Cerca de 400.000 uzbekos étnicos abandonaron su lugar de residencia y huyeron a territorio de otros estados o regiones de Kirguistán.
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