Según la agencia TASS, empresarios italianos planean invertir 300 millones de euros en la creación de una granja de búfalos y empresas fabricantes de queso “mozzarella” en Crimea. Así informa el Vicepresidente de la Asociación de Colaboración Internacional en el Mar Negro, Yan Epstein.
La asociación, que tiene como objetivo atraer las empresas extranjeras a la península, comunica que hace poco tuvieron lugar varias negociaciones con inversores extranjeros que, según se prevé, pronto darán sus frutos. Entre los inversores que confirmaron su interés están los italianos y los chinos.
Yan Epstein señala que la firma del acuerdo con los empresarios italianos está prevista para el 25-26 de abril. Las autoridades de la península ya han determinado el territorio en el que pudiera ubicarse la granja.
El Vicepresidente se abstuvo de revelar los nombres de los empresarios a causa de las sanciones, pero, según información previa, se trata de proyectos de 300 millones de euros.
Ya en verano de 2015 se informaba de que la asociación italiana “Bravo, Italia!”, estaba dispuesta a ayudar a la ciudad de Sebastopol suministrándole el equipo necesario para la producción de queso con materia prima local. Más tarde, en abril de este año, el Ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Paolo Gentiloni, abogó a favor de abolir las sanciones contra Rusia. Conforme a las palabras del Ministro, pese a la diferencia de posturas hacia la crisis ucraniana, Italia nunca había rechazado el dialogo entre los dos países, sino que, al contrario, buscaba el desarrollo de cooperación en ámbitos no sancionados.
Mientras se lleva al cabo la negociación con los empresarios italianos, inversores chinos estudian la posibilidad de levantar una residencia para mayores que sirva de alojamiento para las personas de tercera edad provenientes tanto de China como de Rusia.
Según el Vicepresidente, los inversores de China acudieron con la idea de construir una especie de complejo residencial para personas mayores en el territorio de la península. Yan Epstein explica que muchos ciudadanos chinos, al llegar a cierta edad, se muestran interesados en cambiar de lugar de residencia. El Vicepresidente confirma que a mediados de abril fueron negociadas las cuestiones concernientes al proyecto y, en el caso de que la idea cobre la vida, se trataría de unas centenas de miles de euros.
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