El 19 de enero, en Rusia se conmemora la historia bíblica en la que Jesucristo, a la edad de 30 años, llegó al río Jordán para ser bautizado en sus aguas por San Juan el Bautista.
Según la antigua tradición que se extendió en el país desde la adopción del cristianismo, este jueves por la noche, muchos rusos se meterán a las aguas frias de los ríos, los baptisterios de catedrales y las albercas a temperaturas muy por debajo del cero. La tarde el líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el Patriarca Kirill, encabezará la liturgia y realizará el rito para sacralizar el agua en la Iglesia de la Transfiguración, un templo pequeño en el recinto de la Catedral del Cristo Salvador.
También en las iglesias ortodoxas realizarán las misas festivas y los creyentes harán provisión de agua sagrada, rociarán con ella sus viviendas, la beberán y guardarán durante todo el año.
De este modo celebran los cristianos ortodoxos la Epifanía o el Bautismo de Cristo, una de las 12 principales fiestas cristianas.
Según el Ministerio de Emergencias de Rusia, en muchas regiones del país están preparados los lugares para bañarse. En total más de 2.000 agujeros en forma de cruz. Sólo en Moscú han sido creados más de 50 lugares. Se prevén que como mínimo 600.000 ciudadanos de Rusia podrán participar en este misterio.
EDAF
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