Estoy convencido de que el sitio más cool de Rusia es el Irish Pub del aeropuerto Sheremetyevo-2, lleno de famosos. No, ahora se trata de un business lunch de la Terminal E del mismo aeropuerto. Hoy, esperando el vuelo a Niza, he podido observar allí a casi toda la representación rusa que se dirigía a Cannes.
Allí estaba Aleksey German junior con una encantadora acompañante. La actriz Ksenia Kutepova con la cara afeada, la alegría de cualquier director, porque en ella, como en la fisonomía de Oleg Menshikov, se puede dibujar lo que a uno le plazca, cualquier emoción, cualquier estado de ánimo.
Estaba el siempre impecable Kirill Klaken, vendedor de la bebida nacional rusa, que se puede beber sin temor.
Galina Mazaeva, con quien siempre es agradable discutir dando un paseo por el Forte dei Marmi, que a los dos nos encanta.
Guennadi Yozefavichus, a quien esperaba encontrar sólo de noche, también estaba allí: volaba a Cannes para cenar con los Rothschild, aquellos que hacen uno de los Grand Crew más famosos del mundo. “¿Hay que ir a las “Joyas” en La Scala?” – pregunta él. “Si es gratis, hay que ir, siempre será un círculo más” – respondo yo, porque no me gusta Balanchine, pero menos me gusta Makhar Vaziev, que encabeza actualmente la compañía de ballet de Milán.
Con el director Pavel Lunguin (se queja enérgicamente de que le han dado un panecillo frío y comparto su frustración) hemos hablado de temas importantes. Ha quedado claro que tanto él como yo, consideramos la ortodoxia como un fenómeno determinado que se da en países que parecen muy diferentes, como Rusia y Gracia, aunque tengamos en común el “dolce far niente”. Y que tanto él como yo no entendemos cómo se puede rodar una película en 15 años y esperar un resultado artístico adecuado. Estamos de acuerdo en lo importante: el mundo romántico que adoramos está perdiendo terreno rápidamente, con sus comodidades y su pragmatismo, relativamente alemán, que incluye los países escandinavos. Media hora de charla significativa que, sin embargo, es un lujo en nuestros tiempos.
Esta es la única razón por la que se vuela en clase business a Niza: No llevamos corbata, pero tenemos que llegar.
Pie de foto: el director ruso Pavel Lunguin en el estreno de la película “El zar”, en Cannes, 2009.
MÁS INFORMACIÓN:
Emir Kusturica dirigirá el jurado del programa “Una Cierta Mirada” en Cannes
“Stiliagui” y “Palata Nº6” representan a Rusia en los Globos de Oro
El ganador del Kinotaur ha sido reconocido el mejor debut en el festival de Montreal
La película rusa “Fausto”, del director Alexander Sokurov, estará presente en el Festival de Venecia
E.G.
{{comment.Author.Name}}
{{comment.PostDate}}