Algunos matrimonios, como los de los cuentos, duran toda la vida. Otros, no pasan de meses. Según las estadísticas, hoy en Rusia se rompen una de cada dos familias. Los motivos son diferentes según cada caso, pero el Centro Panruso para el estudio del pensamiento social (BTSIOM) ha podido dilucidar algunos motivos: Más de la mitad de las familias rusas (un 52%) han reconocido que no pueden reconciliarse después de un episodio de adulterio.
El segundo puesto en la lista de causas del divorcio es el alcoholismo o abuso de bebidas alcohólicas (45%), y el tercer lugar, la drogodependencia (31%). Estos dos factores tienen añadido un factor también psicológico, pues en estos casos hay presencia de maltrato físico (38% de los casos), celos extremos (25%), codicia (22%), chantaje y amenazas de suicidio (19%) y falta de recursos económicos (17%).
Con los problemas sexuales, los rusos se relacionan con más tranquilidad. Solamente un 10% de los rusos se separarían por este motivo. Todavía menos son los que están dispuestos a separarse por las malas relaciones de un miembro de la pareja con los suegros (9%). El no querer tener hijos asusta a un 7% de las parejas. Sin embargo, un 17% afirma que no quisieran ver nunca en su relación estos factores citados anteriormente.
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O.R
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