La lengua rusa es una lengua eslávica cuyos orígenes se remontan a más de 1000 años atrás. El siglo VI dC vio la migración de los pueblos eslavos del territorio que hoy ocupa Polonia. Los eslavos se expandieron hacia el oeste hasta el río Elba y hacia el sur hasta el mar Adriático, donde poco a poco ocuparon gran parte de lo que hoy en día son los Balcanes). Hacia el siglo X, tres grupos de idiomas eslavos habían surgido: Occidental, Sur y Este. El eslavo oriental dio lugar a las lenguas modernas conocidas como ucraniano, bielorruso y ruso.
Las lenguas eslavas conservan muchas características en común, especialmente en la estructura gramatical, por lo tanto, los grupos independientes fueron capaces de utilizar una lengua escrita común. Este lenguaje se conoce como el eslavo antiguo o antiguo eslavo eclesiástico (el idioma se utiliza en su forma escrita solamente).
En el siglo IX, dos misioneros, Constantino (que en su lecho de muerte tomó el nombre monástico Cirilo) y Metodio, hermano del primero, recibieron el encargo de escribir las sagradas escrituras en antiguo eslavo eclesiástico a fin de predicar el cristianismo. Antes de emprender un viaje a Monravia, Constantino y su hermano inventó el Eslavo, que hoy en día es conocido como el alfabeto cirílico aunque en un primer momento recibió el nombre de Glagolítico.
El alfabeto cirílico se basa estrechamente en el alfabeto griego, con alrededor de una docena de letras adicionales que fueron añadidas para representar sonidos eslavos no existentes en griego.
En Rusia, el cirílico fue escrito por primera vez en la Alta Edad Media en clara y legible tipo Ustav (letras grandes). Más tarde, una sucesión de formas cursivas fueron desarrolladas. A principios del siglo XVIII, bajo el mandato del influyente emperador Pedro el Grande, las formas de las letras se simplificaron y regularizaron, al tiempo que se eliminaron algunos de los caracteres más propios del alfabeto griego. Asimismo, el emperador introdujo minúsculas (antes de todas las cartas fueron escritas con mayúsculas) y ordenó el uso de formas de las letras occidentales, haciendo que el cirílico moderno similar a la fuente latina moderna. La penúltima revisión se llevó a cabo en 1918 con la eliminación de algunas letras. En la década de los 70 hubo algunas revisiones mínimas. Como curiosidad, destacar que en 1919 la existencia misma del alfabeto cirílico en Rusia estuvo bajo amenaza. Ese año se propuso reemplazar el cirílico por el alfabeto latino y ponerlo en armonía con el alfabeto utilizado en los países occidentales.
En Rusia, el antiguo eslavo eclesiástico se mantuvo el lenguaje escrito hasta mediados del siglo XVIII. En ese momento, se sintió la necesidad de crear un lenguaje escrito que estuviera más cerca del lenguaje hablado por la élite educada. El famoso Mijaíl Lomonosov, que da nombre a la famosa y prestigiosa Universidad Estatal de Moscú, distinguió tres estilos:
- Alto Estilo - eslavo eclesiástico, que se utilizará para la poética y la religión.
- Estilo Oriente - que se utilizaría para la poesía lírica, prosa y la ciencia.
- Estilo bajo - que se utilizaría en la correspondencia personal y con poca comedia.
El estilo de Oriente, que combina características tanto de Oriente eslavo y eslavo eclesiástico es el estilo que llegó a ser la base de la lengua estándar moderna. A mediados de 1800, el ruso estándar basado en el dialecto de Moscú se convirtió en el idioma oficial. Hoy en día, el ruso es el más importante de las lenguas eslavas y ahora es uno de los idiomas más importantes del mundo. También es uno de los idiomas oficiales de las Naciones Unidas. En un censo reciente, 145 millones de personas listadas definieron al ruso como su lengua materna y otro grupo de 110 millones indicaron que hablaban con fluidez como segundo idioma. Se estima que el número de personas de habla rusa en todo el mundo podría ser de unos 255 millones de personas.
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